La visita al dentista desde el principio del embarazo y una completa y cuidada higiene dental pueden evitar la mayoría de las disfunciones orales que se producen durante el periodo de gestación. Estas enfermedades tienen muchas menos posibilidades de desarrollarse en una boca sana que ha tenido siempre una buena higiene.
Para evitar problemas que ciertos tratamientos pudieran acarrear para el feto, es recomendable la visita previa al embarazo para afrontar la gestación con la boca sana.